En San Miguel llevamos la llama de la inquietud muy dentro. Una llama que nos mueve, que nos hace querer más y nos empuja día a día a ir más allá para construir nuestro propio criterio. Si no soñáramos con un mundo cervecero más grande, nunca habríamos salido de la cuidad de Manila, ni hubiéramos elaborado nuestra gran variedad de cervezas. Somos inquietos por naturaleza. Por todo ello y mucho más, os decimos: “Bienvenidos, Cerveceros Inquietos”